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Ultimas noticias: SIDA en General
- Científicos descubren nuevas pistas para
combatir el VIH
Hallazgos genéticos y del sistema inmunitario sugieren
estrategias de tratamiento y de vacunas
LUNES 14 de mayo
(HealthDay News/HispaniCare) -- El VIH utiliza un mecanismo
particularmente inteligente para infectar las células del sistema
inmunológico, según halla un estudio reciente, mientras que un
segundo estudio revela que ciertas combinaciones de genes podrían
ayudar a ralentizar la progresión del SIDA.
Ambos hallazgos apuntan a nuevas e interesantes formas de combatir
el VIH, según los expertos.
"Nuestro sistema inmunológico es muy eficaz para combatir el VIH,
pero no lo suficiente", explicó Rowena Johnston, vicepresidenta de
investigación de la Foundation for AIDS Research (amfAR) en la
ciudad de Nueva York.
Johnston cree que estos nuevos conocimientos podrían conducir algún
día a intervenciones que mejoren la respuesta inmunitaria humana al
virus que causa el SIDA.
En un estudio, que aparece en la edición del 13 de mayo de Nature
Immunology, un equipo británico se centró en un punto clave de
contacto entre el VIH y los agentes del sistema inmunológico
llamados células dendríticas. Estas células se encuentran en
abundancia en los recubrimientos mucosos de la boca, los órganos
genitales o el recto.
"Estamos interesados en el papel de las células dendríticas en la
infección por VIH porque cuando una persona se vuelve VIH positiva a
través de la actividad sexual, probablemente sean éstas las primeras
células que se encaran con el VIH", dijo Johnston, que no participó
en el estudio. "Así que las células dendríticas son críticas en la
determinación del siguiente paso, ¿desaparecerá la infección o
constituyen la semilla que lleva la infección hacia todas partes del
cuerpo?".
En su investigación, científicos británicos hallaron que el VIH se
engancha a la superficie de una proteína receptora particular,
conocida como DC-SIGN, a medida que se adhiere a las células
dendríticas. Esa conexión desencadena una cascada de señalización
bioquímica que prácticamente garantiza el éxito continuado del
virus, halló el equipo.
"Encontramos varios aspectos idiosincrásicos de esa señal que podría
favorecer la replicación del VIH-1", explicó la investigadora
principal Alison Simmons, científica clínica del Instituto
Weatherall de Medicina Molecular en Oxford. "Éstos incluyen la
represión de factores que facilitan las respuestas inmunes normales
y la activación de factores que permiten una mayor efectividad en la
transmisión viral a las células inmunitarias adyacentes".
A medida que el VIH se adhiere a las células dendríticas, también
viaja a su objetivo final, las células T inmunitarias. La
destrucción generalizada de estas células T causa la terrible
deficiencia inmunitaria del SIDA.
Al adherirse a las células dendríticas vía la DC-SIGN, el VIH evade
la detección temprana de la infección por parte del sistema
inmunológico y empieza su mortal propagación, explicó Simmons. "Ésta
es probablemente la forma en la que el VIH-1 consigue un punto de
apoyo inicial en el organismo", agregó.
El descubrimiento plantea nuevas oportunidades de investigación para
el SIDA, debido a que la inhibición de esta conexión DC-SIGN-VIH
"hace que sea realmente una candidata de primera clase para un
objetivo farmacoterapéutico", apuntó Johnston. Simmons agregó que el
hallazgo también añade ímpetu al desarrollo de vacunas preventivas
dirigidas al recubrimiento mucoso.
Un segundo estudio va mucho más allá para explicar la variación en
la progresión de la enfermedad entre personas infectadas por el VIH.
Ese trabajo, que aparece en la edición del 13 de mayo de Nature
Genetics, se centra en dos combinaciones de genes que ejercen
influencia en el funcionamiento del sistema inmunológico humano a
medida que entra en contacto con el virus.
Mediante la comparación de los genes de más de 1,500 individuos
VIH-positivos, un equipo dirigido por Mary Carrington, investigadora
principal del U.S. National Cancer Institute y del SAIC en Frederick,
Maryland, halló que unas combinaciones particulares de dos genes
(KIR3DL1 y HLA-B) otorgan cierta protección contra la progresión del
SIDA.
"La variación de estos dos genes puede explicar por qué algunas
personas consiguen mejores resultados que otras", apuntó Carrington.
"Existen muchas combinaciones de estos dos genes, y según la
combinación que se tenga, la protección será mayor o menor".
Los genes KIR3DL1 están activos en las células asesinas naturales (NK,
por su sigla en inglés) que se activan como parte del sistema
inmunológico "innato", la línea de defensa menos específica pero más
inmediata contra la invasión de patógenos.
Si usted se hace un rasguño, por ejemplo, "observará como el área
afectada se torna roja de inmediato y puede sentirla tibia al tacto,
esa es la respuesta inmunitaria innata", explicó Johnston. A
diferencia del sistema inmunológico "adaptativo" que es el más
enfocado, del que se valen las vacunas, este sistema innato "no
necesita ningún entrenamiento", dijo. "Reconoce que el VIH es un
'agente foráneo' que debería combatirse".
El sistema innato es más bien un instrumento en bruto, así que por
lo general no detecta ni aniquila todo el VIH. "Es un primer paso",
destacó Johnston. Posteriormente, células más eficientes del sistema
inmunológico "adaptativo" como las células T, pueden acabar con el
VIH, a menos que, como ocurre con el SIDA, el virus sea quien tome
primero el control.
En el nuevo estudio, el equipo de Carrington descubrió que ciertas
combinaciones de genes otorgan una respuesta más sólida a las
células NK del sistema "innato", y que esa respuesta podría también
ayudar a mejorar la eficiencia de las células T del sistema
inmunológico adaptativo.
Las células NK empezarán a eliminar las células infectadas con el
VIH antes de la llegada de las células T citotóxicas", dijo Simmons.
"Aparecen primero en el proceso, y es por eso que creemos que las
personas que tienen buenas combinaciones de genes tienen un comienzo
más dinámico, ya que controlan el virus antes de que se genere una
respuesta inmunitaria adaptativa".
Aunque el descubrimiento no tiene aplicaciones terapéuticas
inmediatas, "una de las cosas en las que podemos pensar es si
podemos de alguna manera tratar a un individuo de forma que
estimulemos la actividad de las células NK en la fase inicial
después de la infección", planteó Carrington. En una situación así,
"el tiempo lo es todo", apuntó.
Johnston dijo que estaba también impresionada por la conexión que el
equipo de Carrington encontró entre los sistemas innato y adaptativo,
mediada, en parte, por estos dos genes. "Ese punto de contacto
podría influenciar en gran parte el curso del VIH", dijo.
Artículo por
HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
(c) Derechos de autor 2007, ScoutNews, LLC
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