0233:22 La serrana de la Vera (é-a)            (ficha nº: 4782)

Versión de Jarandilla de la Vera (ay. Jarandilla de la Vera, p.j. Navalmoral Mata, ant. Jarandilla, Cáceres, España).   Recogida antes de 1667 Publicada en Amenidades, florestas y recreos de la provincia de la Vera Alta y Baja en la Extremadura... compuesto por D. Gabriel Azedo de la Berrueza, Madrid, 1677 y Barrantes, ``La Serrana de la Vera``, La Ilustración de Madrid, II, 1871, p. 22 a. Reeditada en MMP ASW 1945, pp. 38-39, núm. 2 a y Caro Baroja 1974, Ritos y mitos equívocos, pp. 271-272.  060 hemist.  Música no registrada.

 

 

    

Allá en Garganta la Olla,    en la Vera de Plasencia,

  2  

salteóme una serrana,    blanca, rubia, ojimorena.

    

Trae el cabello trenzado    debajo de una montera,

  4  

y porque no la estorbara,    muy corta la faldamenta.

    

Entre los montes andaba    de una en otra ribera,

  6  

con una honda en sus manos,    y en sus hombros una flecha.

    

Tomárame por la mano    y me llevara a su cueva;

  8  

por el camino que iba,    tantas de las cruces viera.

    

Atrevíme y pregúntele    qué cruces eran aquéllas,

  10  

y me respondió diciendo    que de hombres que muerto hubiera.

    

Esto me responde y dice    como entre medio risueña:

  12  

--Y así haré de ti, cuitado,    cuando mi voluntad sea.--

    

Dióme yesca y pedernal    para que lumbre encendiera

  14  

y mientras que la encendía    aliña una grande cena.

    

De perdices y conejos    su pretina saca llena,

  16  

y después de haber cenado    me dice:--Cierra la puerta.--

    

Hago como que la cierro,    y la dejé entreabierta:

  18  

desnudóse y desnúdeme    y me hace acostar con ella.

    

Cansada de sus deleites    muy bien dormida se queda,

  20  

y en sintiéndola dormida,    sálgome la puerta afuera.

    

Los zapatos en la mano    llevo porque no me sienta,

  22  

y poco a poco me salgo,    y camino a la ligera.

    

Más de una legua había andado    sin revolver la cabeza,

  24  

y cuando mal me pensé    yo la cabeza volviera,

    

y en esto la vi venir    bramando como una fiera,

  26  

saltando de canto en canto,    brincando de peña en peña.

    

--Aguarda--me dice-,--aguarda;    espera, mancebo, espera;

  28  

me llevarás una carta    escrita para mi tierra.

    

Toma, llévala a mi padre;    dirásle que quedo buena.

  30  

--Enviadla vos con otro,    o ser vos la mensajera.ù

 


Nota de Caro Baroja: Ya Gallardo, "Ensayo de una bibliografía española de libros raros y curiosos", I (Madrid, 1863), col. 353 (núm. 321), dio la ficha bibliográfica de esta rara obra, cuya portada corre así: Amenidades, / Florestas, y / recreos de la provincia de la / Vera, Alta, y Baxa, en la Estre/madura. / Con vn tratado de la retira/da que muchos Santos Pontífices, y otros Prela/dos y Santos Diáconos del Andalucía y de otras / partes, hizieron á las sierras de la Vera, huyendo / de la persecución de los Moros. Y otro tratado / de cómo los Griegos entraron en España; y de / muchos hechos heroicos y de valor que algu/nos hijos de esta Prouvincia han obra en serví/ció de sus Reyes; y de otros Varones ilustres, así / si en armas, como en letras, que ha procreado, y / salen cada día desta dilatada Prouincia / de Estremadura. / Compuesto por D. Gabriel Azedo de la Berrueza, / natural de la villa de Xarandilla. / Al muy noble, y esclarecido Cauallero D. Die/go de Azedo y Albizu, Señor del Palacio y / Torre de Azedo en Nauarro. / Con Priuilegio. En Madrid: / Por Andrés García / de la Iglesia. Año de 1667. / A costa de Iuán Martin Merinero, mercader de Li/bros. Véndese en su casa, en la Puerta del Sol. Las censuras son de 1666. El Duque de T`Serclaes hizo a sus expensas otra edición, en Sevilla, , 1891. El romance lo dio Menéndez Pelayo, MMP ASW 1945, núm. 28, pp. 28-40.

 


 

0233:5 La serrana de la Vera (é-a)            (ficha nº: 924)

Versión de Vega de los Viejos (ay. Cabrillanes, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Babia, León, España).   Recitada por Consuelo Vega Fernández (20a). Recogida por Manuel Manrique de Lara, 00/00/1908 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TOL I (1991), pp. 326-327.  080 hemist.  Música no registrada.

 

 

    

Un domingo, yendo a misa,    encontróme y encontréla,

  2  

me encontré con la serrana,    que estaba en Sierra Morena.

    

Me ha cogido de la mano    y el monte arriba me lleva;

  4  

mientras más arriba iba,    más me aprieta la muñeca.

    

Y, al llegar a la sierra,    en una cueva le entra;

  6  

y a la entrada de la cueva    una mala seña viera:

    

viera mil cabezas de hombres    colgadas n`una azotea.

  8  

--¿Qué es aquello, señora,    que allí colgado se viera?

    

--Son cabezas de mil hombres,    que yo la muerte les diera,

  10  

como así ha de ser la tuya    cuando mi voluntad quiera.--

    

Da la vuelta serranita,    da la vuelta por la sierra,

  12  

de palomas y pichones    trae la zamarra llena;

    

de palomas y pichones    ella gran cena pusiera,

  14  

las palomas para él,    los pichones para ella.

    

Aunque la cena era buena,    el joven no la comiera.

  16  

serrana sirve buen vino,    pero el joven no bebiera.

    

Hace la cama serrana    para descansar en ella,

  18  

entre colchón y colchón    cien mil puñales metiera.

    

--Cierra la puerta, buen joven.--

  20  

Y él, como no era tonto,    la dejó un poco abierta.

    

Ella se acostó enseguida    y él también se acuesta.

  22  

Él a la Virgen pedía    que ella luego se durmiera.

    

Cuando él rezó a la Virgen,    un fuerte sueño le diera.

  24  

Cuando ella despertó,    lleva andada legua y media.

    

Coge la honda en la mano    y encomenzó a tirar piedras;

  26  

las tira de valle en valle,    las tira de sierra en sierra;

    

la primera que ha tirado    le ha quitado la montera.

  28  

--Vuelve para atrás, galán,    vuelve a buscar la montera.

    

--La montera es de buen paño,    pero aunque fuera de seda.

  30  

--Lo que te ruego, galán,    que no sea descubierta.

    

--Descubierta no, señora,    hasta la venta primera.--

  32  

A la llegada a la venta    a dar voces encomienza:

    

--¡A matar a la serrana,    que en Sierra Morena queda!--

  34  

Fueron diez ayuntamientos    y a todos daba paterna,

    

si no es un lindo muchacho    que en sus cabellos se enriestra

  36  

y con un fuerte puñal    le ha cortado la cabeza.

    

Diez arrobas pesa el cuerpo,    tres y media la cabeza,

  38  

cuatro pesaron los brazos,    dos y media cada pierna.

    

--Mientras el muchacho viva    diez reales de sueldo tenga,

  40  

que ha matado a la serrana    que estaba en Sierra Morena.

 

 


 

0233:21 La serrana de la Vera (é-a)            (ficha nº: 3774)

Versión de Corporario (ay. Aldeadávila de la Ribera, ant. Corporario, p.j. Vitigudino, Salamanca, España).   Recogida por Federico de Onís, 00/00/1910 (Archivo: AMP; Colec.: F. de Onís). Publicada en Petersen-Web 2002, Texto.  064 hemist.  Música no registrada.

 

 

    

Se pasea una serrana    a orillas de una ribera,

  2  

blanca como pan de leche,    rubia como la canela.

    

Va por ver correr el agua    y ver bailar las arenas.

  4  

Viera estar un pastorcito    subido en una arboleda:

    

--Bájate de ahí, el pastor,    antes que coja una piedra.

  6  

--Yo me bajaré, serrana,    cuando mi voluntad sea.

    

--Bájate de ahí, el pastor,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

  8  

si te vuelvo a segundar,    te cortaré la cabeza.

    

--Yo me bajaré, serrana,    con más miedo que vergüenza.--

  10  

Lo cogiera por la mano,    por unos montes lo lleva;

    

no lo lleva por carriles,    tampoco por carreteras,

  12  

lo lleva por unos montes    que de cristianos no eran.

    

Atrevíme y preguntéle,    que el que pregunta no yerra:

  14  

--De qué son tantas crucitas,    tantos montones de tierra?

    

--Son de hombres que he matado    y aquí entierro las cabezas,

  16  

lo que a ti te ha de suceder    cuando mi voluntad sea.--

    

Lo cogiera por la mano,    lo metiera pa la cueva,

  18  

a él le dio el violín    y ella cogió la vihuela.

    

Pensando de adormecerlo    y ha adormecídose ella.

  20  

Desque la sintió dormida,    desatrancara la puerta,

    

legua y media tiene andada    sin revolver la cabeza

  22  

y desque la revolvió    la viera venir a ella.

    

Da gritos como león,    da saltos como culebra.

  24  

--Aguárdate ahí, el pastor,    que aquí dejas una oveja.

    

--Si la oveja es de mi amo,    tres le daré yo por ella.

  26  

--Aguárdate tú, el pastor,    que aquí dejas una prenda.

    

--Si la prenda fuera de oro,    yo por ella no volviera.

  28  

--Aguárdate tú, el pastor,    que aquí dejas una perra.

    

--Mala rabia que le dé    y a ti te dé con ella.

  30  

--Por Dios te pido, el pastor,    no me escubra en mi tierra.

    

--No te escubriré, serrana,    mientras que no llego a ella.

  32  

--A mí tanto se me da

    

que mi padre es un pastor    y a mí me parió una yegua.--