Cronica Sarracina de Pedro del Corral (h. 1430)
Capítulo 258 De cómo fablando el rey consigo mesmo, llegó a él un ermitaño, e de la disputación que fizieron.


"... Es dize Elastras, segund lo sopo de un hermitaño, el qual él non sabe de qué ley era, que tres vegadas fué mobido el rey de tornar a morir a la batalla, si non por el hermitaño que lo estorvó, e pasaron entre ellos estas palabras que aquí dirán:

--Rey, calla, non digas estas tus querellas; tenlas secretas e non las quieras así publicar, nin magnifiestes el tu dolor; ca aquel que los grandes agravios e las fuertes llagas sostiene pacientemente, puede aver remedio; doliéndose de su mal la clemencia divinal lo consolará.

--¡O hermitaño!, ¿piensas tú consolar mi dolor? Sabe que ligera e fuerte poca es la dolor que puede rescebir consejo. Los grandes males non se pueden esconder, ca de su natura trahen grand roido, por que me plaze de contistar magnifiestamente a los mis males.

--Rey, refrena e a premia aquesta ira tuya tan comovida, ca por mucho que la reposases en vida, escaparás a la muerte.

--Sabe, hermitaño, que non me conbiene aver miedo ya; ca la fortuna es de tal natura que sojuzga a avaxa a los flacos e teme a las personas fuertes e vigorosas. E déxame ir, ca todo el mi poder fué conmigo vencido e muerto e yo solo seré vencedor.

--Non te dexaré que non es tienpo de provar la tu virtud sin fortaleza.

--Ës cierto, hermitaño, que en todo tienpo puede fallecer logar a la virtud; mas a mi non fallescerá, ca de los míos seré aconpañado en los postrimeros días de mi vida mortal.

--Non ha esperança al mundo que muestre vía de virtud a la tu persecución; ¡tornar e non desesperar!

--Quien non posa su esperanza en cosa del mundo non puede desesperar. E suelta mis riendas e quebranteré la fortuna.

--Sabe, rey, que los tus caballeros encendidos de vigor son todos muertos, e non te conbiene confiar en la su virtud, ca non es vivo ninguno; e la tu planeta es pobre e perdida con tus riquezas.

--¿E non estoy yo aqu'? Cierto aquí es el rey. ¿Ves tú la mar e la tierra e las arenas e los fuegos e los omnes e los truenos? Todos éstos abrán fin, e yo non, ca los mis merescimientos non me dexan morir. E non me tengas, e iré vencer. ..."


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