0020:19 Penitencia del rey don Rodrigo (í-a) (í-a)            (ficha nº: 4559)
[Robo del Sacramento 0079contam.]

Versión de Taramundi (ay. Taramundi, p.j. Castropol, comc. Oscos-Eo, Asturias, España).   Recitada por Manolín (67a). Recogida por Dorothé Schubarth y Antón Santamarina, 00/07/1983 (Archivo: CPG; Colec.: Schubarth-Santamarina; cinta: Taramundi IC.2.56. Manolín 67a m 33bis). Publicada en CPG III 1987, Cancioneiro popular galego, III. Romances tradicionais, nº 33bis, p. 165.  058 hemist.  
Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

 

 

    

Nel valle de las Estacas    va Rodrigo al mediodía,

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relumbrando iban sus ojos    como el sol de mediodía.

    

Se metió por unos boques    del más espeso que había

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donde cae la nieve a palmos,    el agua menuda y fría.

    

Encontró un ermitaño    que vida santa facía.

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--Dígamelo, ermitaño,    ermitaño, me lo diga,

    

hombre qu` esforza mujeres    ¿se salvarse podería?

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--Salvarse si, ay Rodrigo,    no siendo hermana o prima.

    

--¡Ay triste de mí, ermitaño,    ies` es la disgracia mía;

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que he esforzado una hermana    y he encintad` una prima.

    

He matado a mi mujer    y dos hijos que tenía;

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a mi padre y a mi madre    todo esto lo hice yo nun día.

    

--Vaite confesar, Rodrigo,    vaite confesar en vida,

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que según ch` é o pecado,    penitencia che daría.--

    

Le dieron de penitencia    seis años y más iun día,

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que se fuera a un calabozo    de los más escuros que había

    

donde canta la coloebra    la serpiente respondía.

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Ermitaño, como era bueno,    lo iba a ver cada día:

    

--¿Cómo che vai, ay Rodrigo,    co esa túa compañía?

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--Váicheme ben, ermitaño,    mellor qu` eu cho merecía:

    

desde el cinto para bajo    ya comido me tenía;

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desde el cinto pa arriba    luego m` encomenzaría.

    

Se me queres ver en vida,    trai unha vela encendida.--

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Cuando `1 ermitaño llega,    Rodrigo ya despidía.

    

As campañas y guitarras,    ellas solas se ceñían.

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--Cuerpo santo, cuerpo santo,    mi Dios ¿dónde lo habería?

    

--Es el alma de Rodrigo,    que para el cielo subía.

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Dos mil ángeles llevaba,    llevaba en su compañía;

    

también lleva `l Padre Eterno,    también la Virgen María.--